La manifestación convocada por las juntas vecinales leonesas, en contra de la Ley de Montes auspiciada por la Junta, me trae a la memoria un viejo chiste que, a mi parecer, retrata a la perfección la actualidad de nuestra Región.
Va un señor a la consulta del médico y le dice: doctor tengo malo todo el cuerpo, mire, cuando me toco con el dedo en cualquier parte, me duele una barbaridad. El médico le responde: usted no tiene nada roto en el cuerpo, excepto el dedo. Esta simple ocurrencia define a la perfección, el diagnóstico de la enfermedad que padece León.
¿Qué le produce dolor a la Región Leonesa?. ¿Le duele la montaña por la línea Sama-Velilla?, ¿le duelen las Tierras Bañezanas por el Circuito de velocidad?, ¿le duele los Ancares, por la pésima conservación de su patrimonio?, ¿le duele la emigración de su juventud por la falta de expectativas?, ¿le duele Astorga o Benavente por falta de un hospital comarcal? ¿le duele la perdida paulatina de su identidad como pueblo?, ¿le duele el robo que le hacen año tras año de los fondos miner?, ¿le duele la negativa a la instalación de la cirugía pediátrica en sus hospitales?, ¿le duele la facultad de medicina? ¿le duele…..?Yo creo que el diagnóstico del mal que padece esta tierra es, “pertenencia a la autonosuya castellanopucelana” y el pronóstico es de extrema gravedad. Si algún día el pueblo de León, consigue extirpar de su ser este gen degenerativo que le afecta, la situación de la Región Leonesa pasará, rápida e inexorablemente, del coma profundo a ser dada de alta y recuperar su buena salud, aunque con secuelas que durarán mucho tiempo en curarse.
miércoles, 4 de marzo de 2009
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