Farsante

El señor Otero, buque insignia de los actuales acastellanados que merodean por la escena pública castellanopucelana y leonesa, tiene la indecencia moral de decir, que la Junta Vallisoletana, que el tanto venera, ha timado a León seis millones de euros en subvenciones para nuestra montaña. Seguro que eso es cierto, y que además es sólo un grano de arena en la montaña de agravios, que León recibe y ha recibido en su milenaria historia, pero que esa denuncia venga de semejante ganapanes, traidor y mercenario, me provoca una carcajada de amargura. ¿Pero como se puede tener tanta bajeza moral? El si que es un timo, durante años ha estado disfrazado de lobo feroz, haciéndonos creer a todos que luchaba con fiereza y sin descanso en favor del pueblo leonés, para deshacer el entuerto de esta autonosuya, y ahora que es cuando más se le necesita, porque la nave leonesista está a la deriva y con grave riesgo de hundimiento, se baja del barco (si es que alguna vez estuvo de verdad en él), y cobardemente se une a los que intentan hundir dicha nave. Eso si, de vez en cuando dice alguna verdad incontestable en voz baja, para disimular un poquito, no siendo que se note en demasía su infamia. Otero si tuviera un mínimo de dignidad, dejaría la vida pública, y se ganaría el pan con el sudor de su frente, no con el de la de los demás, pero claro eso para un personaje, que tiene como oficio principal y casi único, ser un farsante, es muy complicado, sobre todo cuando la mayoría de los ciudadanos, han descubierto sus artimañas. Otero ya no puede hacer daño a nadie, porque ya todos le conocemos y sabemos que su apellido en política, es sinónimo de timador, charlatán, impostor, parásito, vividor…. y de fracaso, desilusión, burla, decepción… ¿Habrá algún partido o agrupación que a pesar de todo quiera cargar con semejante lastre? Dicen que “siempre hay un roto para un descosido”, ¿será esto verdad, y Otero encontrará a gente de su calaña, para formar algún engendro que parezca medianamente decente, y seguir viviendo a costa de todos? Parece una misión imposible, pero en este León actual, hablando de inmoralidades y traiciones la palabra imposible no tiene cabida en el vocabulario.