Rufianes

El infame señorito Otero, ha hecho unas declaraciones, en las que le pide al amo Herrera, que le diga al gobierno central y a los del ayuntamiento de León, que se pongan manos a la obra, y que saquen de una vez a León del subdesarrollo en que está inmerso. Curiosamente señala como culpables de la pésima situación de la economía leonesa, a dos administraciones gobernadas por los socialistas, y deja al margen de esta acusación a la Junta castellanopucelana, y a la Diputación presidida por la señora Carrasco. ¿Será casualidad, o será que se está arrastrando a la desesperada, y ya sin rubor alguno, para conseguir el pago que cree merecer, por ser un meritorio traidor, un buen mercenario y un excelente acastellanado? Tranquilo Otero entre los rufianes os soléis proteger, aunque en los tiempos mezquinos que nos toca vivir, ya ni en los de tu misma ralea se puede confiar.