Luz roja en el exterior

Las casas de León esparcidas por toda la geografía mundial, han cambiado su denominación y ahora son casas de Castillilón. Lucen de forma orgullosa la bandera de los castellanopucelanos y con frases como “hay algo que logró la Junta, y que debemos mantener como objetivo y es la unión de las casas de Castilla León en el mundo, ya sea dentro de España como fuera”, pronunciadas recientemente en León, por el presidente de la casa de Castillilón en México, se pone de manifiesto, que el dinero de la Junta de Castilla, es capaz de borrar toda una vida de sentimientos hacia la tierra que les vio nacer y a la que ahora olvidan por un miserable platín de lentejas. Claro que con el dinero obtenido de los junteros, pueden los dirigentes de esas casas hacer viajes, mejores fiestas, codearse con los altos cargos podríticos de turno... ¿Pero como os podéis vender de manera tan ruin a los que están destruyendo vuestra tierra? ¡Si la mayoría de vosotros no ha estado en Castilla jamás si no es de paso! ¿Cómo puede alguien que emigró hace treinta años de la Región Leonesa, decir ahora que es castellano? ¡Que vergüenza siento de esta gente que un día salió llorando de su casa prometiendo volver y ahora se alinea con los que quieren devastar, lo que millones de leoneses hemos construido con enorme esfuerzo durante siglos! Yo estoy acostumbrado a ver en el exterior de las casas donde se venden y compran las personas por dinero una luz roja. ¿Acabarán poniendo esa luz todos estos nuevos mercenarios del sentimiento, junto a la rodea cuartelada en sus nuevas casas de Castillilón, o tendrán un ataque de dignidad y orgullo y lucharán desde la lejanía por su tierra que no es otra, por mucho que se empeñen, que la leonesa? Parafraseando a un emperador romano, me imagino que si la Región Leonesa pudiese hablar, diría algo así como, ¿vosotras también hijas mías?