martes, 29 de junio de 2010

Interino-enchufados

"El Ayuntamiento de León pone en marca un 'plan de consolidación' para 800 'interinos' y fija la plantilla en los 1.700 trabajadores "
Ibán García del Blanco, concejal de Régimen Interior, asegura que es un 'plan' necesario y no habrá "medidas traumáticas"

"El Ayuntamiento asegura que el recorte no afectará a la consolidación de los 800 trabajadores interinos pero se racionalizará la plantilla"

Titulares como los antes mencionados han sido portada en los últimos tiempos de los medios de comunicación leoneses (estos concretamente son de Leonoticias). Los interinos, es decir los enchufados, no tienen otros méritos en su haber, que haber conocido en su momento a alguna persona influyente en el Ayuntamiento de León y haber usurpado una plaza a la que miles de personas optaban, gastándose para ello miles de euros en academias e invirtiendo buena parte de su juventud entre libros, poniendo toda la ilusión del mundo en lograr ese puesto que les hubiera supuesto esa ansiada estabilidad económica. Hay interino-echufados de todos los colores, peperos, sociatas, upeles, ucedés… y todos tienen en común la inmoralidad que conlleva ganarse un puesto de manera tan denigrante y la indecencia de quien se los proporciona. Si ahora los socialistas con ayuda de Chamorro y compañía y con el silencio cómplice del PP y de IU, llevan a cabo la consolidación de esos indignos puestos de trabajo, habrán perpetrado una nueva tropelía contra esta moribunda democracia que padecemos. ¿Qué dirán esos que han tenido que emigrar lejos de sus familias, los que sufren trabajos en condiciones penosas o peor aún los que carecen de el y que un día con tantas ilusiones dedicaron buena parte de su vida a conseguir sin lograrlo, lo que otros de manera ruin disfrutan sin haberles costado ni una gota de sudor? Esta cacicada es otra muestra palpable, que política y políticos es sinónimo de corrupción, codicia y mezquindad.

1 comentario:

amurrinare dijo...

Barquero, me temo que tenemos la sociedad que nosotros mismos construimos, son muy pocos los que piensan que la honestidad ha de ir por delante de todo. Más de una persona me ha alentado a meterme en política para conseguir que me enchufen en algún lado y así poder encontrar trabajo. Es así de triste, pero eso es lo que la gente quiere. Las civilizaciones no son las que construyen los pueblos, sino los pueblos los que construyen las civilizaciones, y cada una de ellas es por tanto un fiel reflejo de la sociedad que las sustenta.