Respuesta al artículo de J.
Chamoro en La Crónica (
www.la-cronica.net/2010/03/22/opinion/cobardes-73645.)
Hasta que empezó el actual régimen democrático, la gente que militaba en las corrientes de libertad, que intentaban librar al pueblo de ataduras
dictatoriales, eran gente recia, con valor, con las ideas claras, que utilizaban seudónimos porque su vida pendía de un mal comentario o de un ruin delator. Cuando se inició la transición (de
Guatemala a
Guatepeor o de
Guatepeor a
Guatemala, no lo sé muy bien), todas esas personas cuyo único capital era su dignidad, cayeron en el olvido, y fueron sustituidas por una caterva de vividores y trepas, que aún pervive, y por lo que se ve con muy buena salud, en la actualidad. Estos mezquinos personajes son capaces de todo (no hace muchos meses tuvimos en León un buen ejemplo de ello), y gracias a la jauría
mediática que les sostiene, y al todopoderoso capital que les respalda, se sienten fuertes y seguros del poder infinito que les da su poltrona (eso sí mientras no molesten al amo). Pasan de un cargo a otro sin rubor, y se comportan como perrillos falderos, con tal de mantener un ficticio e
inmerecido estatus. Estos oscuros personajes con cara amable, no dudan ni un segundo en favorecer a sus palmeros, y en aplastar a quien consideren su enemigo.
Afortunadamente hoy en día existen medios masivos de lucha como Internet, contra este tipo de gente, que permiten a todo aquel que lo desea, expresar con total libertad y sin temor a represalias
torticeras, su opinión sobre determinados individuos, cuyo único mérito en la vida es haber puesto la zancadilla a otros de mayor valía que ellos. La mayor parte de los
internautas que exponen (exponemos), nuestra opinión de forma anónima sobre estos individuos, subsistimos de un trabajo en precario, y nuestro futuro laboral depende y mucho de nuestro anonimato. ¿Alguien tiene alguna duda, que si esos individuos supieran la identidad de quienes son una china en su zapato, utilizarían su influencia para hundirlos en la miseria más absoluta, de manera fulminante?
Chamorro dedícate a disfrutar de tus últimos días de poltrona en el
ayuntamiento de la ciudad de León, y
búscate otra al calor de la empresa pública, como otros han hecho. Los partidos
procastellanos te lo deben. Has conseguido disminuir la capacidad de respuesta
leonesista hasta casi la nada. ¿Dónde quedó esa otrora inquebrantable promesa tuya al firmar el pacto, que si el
PSOE (L) no daba pasos inequívocos para la consecución de una autonomía leonesa, se rompería el pacto? ¿Por qué te dedicas ahora a amenazar a tus oponentes en el partido, y a insultar gravemente a tus detractores? Los que ocultamos nuestra identidad bajo un seudónimo (aunque yo
personalmente no tengo problema de
identificarme con la gente que considero honesta), no podemos menos que respirar aliviados por estar en la clandestinidad, y quedar así lejos del alcance de las garras de gente como tú.
Ten cuidado, se te está viendo tu patina de lobo debajo de la piel de cordero, y eso a tus amos no les gusta nada, ¿a ver si te quedas sin poltrona alternativa, a la que vas a dejar de ostentar en breve? El tiempo pone a cada uno en su sitio, y tú estás donde no te corresponde, ejerciendo el único cargo para el que sirves dada tu capacidad intelectual, y de liderazgo.: El de
VICENADA.
P.D.- No te puedo recomendar que en vez de pasar el tiempo amenazando, te dediques a hablar con tus amigos porque en el mundo en el que te mueves es imposible tenerlos. No te des de cabezazos contra las paredes, porque hay un bando de la alcaldía que
prohibe ensuciarlas. Dedica un poco más de tiempo a leer a escritores estilo
Maquiavelo, que tu en estas lides de componendas, enredos y
conspiraciones, aunque vas mejorando a pasos agigantados, estás un poco verde todavía. Por último, como diría un amigo mío de incierta orientación sexual: “¿Que os den?, ¡ay gracias!, ¡y a ti que no te falte!
