miércoles, 15 de abril de 2009

¡RUGIDOS!

En el último mes escuchando diferentes programas de radio, me ha llamado poderosamente la atención, el orgullo con que sienten su tierra diferentes personas de relevancia en la vida pública o laboral, que en ellos intervienen. Siento envidia sana (y quizás también insana), cuando en medio de una disertación, en la cual se nombra una región española determinada, y hay alguien en el programa nacido en esa zona, con frecuencia se diga la siguiente o similar frase: “Yo soy aragonés, extremeño, asturiano…., de lo cual me siento muy orgulloso, y además ejerzo tal condición siempre que puedo”. Esto todos lo vemos como normal, y hasta bueno que suceda, porque cada individuo tiene unas raíces que le ayudan a conocerse, y a crecer desde la particularidad hacia lo universal, como así demuestran la mayoría de los grandes personajes de la historia mundial, ya que casi ninguno ha renegado de su terruño, ensalzándolo cada vez que les ha surgido la ocasión. Esa exaltación, promoción y defensa de la tribu a la que, queramos o no pertenece cada persona, a los leoneses nos la llevan intentando mutilar desde hace muchas décadas, y muy en especial en los últimos 26 años. Nos han hecho creer que sentirse leonés, y hacer gala de ello en cualquier ocasión que se nos presente, es signo del más rancio catetismo provinciano, y hasta de mal gusto. Por otro lado nos intentan convencer, gastando nuestro propio dinero, que ser llamados castellanos, y pertenecer y exaltar a esa tribu, es un signo de modernidad y prosperidad.
Los leoneses no debemos renunciar jamás a nuestra identidad, y mucho menos si es para adoptar otra de igual o menor rango cultural, y que encima quiere borrarnos de la faz de la tierra. Los leoneses como pueblo perseguido (de momento solo cultural y económicamente) que somos de hecho, debemos aprovechar el menos resquicio que se nos presente para ensalzar a nuestra tierra, y gritarle al mundo que somos un pueblo cuya identidad está en peligro de extinción. No podemos ni debemos dejar indefensa a nuestra Región, y siempre que podamos, debemos exclamar ¡SOY LEONÉS! ¡VIVA LEÓN!

4 comentarios:

amurrinare dijo...

Asi se habla barquero! Solo puedo sentir pena por la persona que reniega de sus raices porque no sabe ni a donde va ni de donde viene ni quien es. Viva Leon por siempre!!

elialalric dijo...

Excelente artículo.
Es vergonzoso como mucha gente se avergüenza de gritar ¡VIVA LEON!

Luego se asombran que nos ignoren.

No hay que tener miedo, los leoneses debemos de pasear el ¡VIVA LEON! con orgullo y sin complejos.

Xana dijo...

Las cosas pueden llegar al extremo de que hace pocos días, mi hija dijo, bromeando, en un grupo de amigos: "Las cosas de León son las mejores del mundo" y lo que, si se hubiera tratada de cualquier otra región hubiera motivado un chiste o aquello de llamarle "andaluza o bilbaína" por lo exagerada motivo que le llamaran "integrista".

El barquero leonés dijo...

Grano a grano se hace el granero. Todos y cada uno de nosotros debemos aportar lo que podamos, aunque sea poco, para cotrarrestar el enorme sunami castellanopucelano, que se cierne sobre nuestra tierra.
Xana, si por defender y ensalzar a la tierra que te vió nacer y a la que quieres, te llaman integrista, a los que la intentan destruir, el calificativo de nazis se les queda corto, ¿o no?.