domingo, 8 de marzo de 2009

Por un plato de lentejas

Hoy domingo he visto el programa que el leonés Jesús Calleja tiene en el canal de televisión Cuatro, y en este episodio se encontraba escalando el pico Peñasanta en Picos de Europa. Todos los miembros del equipo lucían el eslogan juntero "Castilla y león es vida". Esto que no es nuevo, ya que otros personajes mediáticos como Manolo Martínez o los hermanos Quijano, han hecho cosas similares, me hace reflexionar sobre la moralidad o no de tales hechos. ¿Se puede por dinero hacer propaganda de quien está devastando tu tierra, humillando a tu gente y demoliendo tu cultura? Quizás todos tengamos un precio y a estos personajes, estas actuaciones les reporten pingües beneficios, pero… ¿Cuál es la cifra monetaria a partir de la cual se puede perder la dignidad y los escrúpulos? Después de hacer esto, y si se tiene conciencia, ¿se puede seguir viviendo sin remordimientos el resto de tu vida? Espero que la cantidad de dinero conseguida sea lo suficientemente importante para, como mínimo, tener dudas de haber hecho lo correcto o no, aunque mucho me temo, que habrá sido por no mucho más que un plato de lentejas. Que triste es portarse como un mercenario con quien te lo ha dado todo, sin embargo dicen que las penas con pan son menos, ¿o no?

3 comentarios:

CANXECO dijo...

barquero lo he visto en youtube antes de leer tu cometario Y pense lo mismo. CREO QUE CALLEJA TIEN YA PODER PARA DECIR NO A ESTE TIPO DE PUBLICIDAD. EN FIN OTRO SERVIL MÁS

Anónimo dijo...

Hola, a mi al principio no me molestaba (hasta cierto punto) ya que en la anterior temporada de este programa siempre hablaba de León y sacaba el chorizo y la bandera siempre que podía. Pero al final de la temporada ya empezó a salir con la bandera de León unida a la Castilla y León, decíamos en mi casa "mucho le ha durado lo de sacar sólo la nuestra" "los que pagan imponen que saque la otra" pero es que ahora ya no saca la bandera de León, qué curioso. ¿En qué mundo vivimos que todos pueden sentirse orgullosos de su tierra, menos en la nuestra?

El barquero leonés dijo...

Vivimos en un mundo de apariencias. Es más valioso aparentar ser algo, que serlo en realidad. Todos estos personajillos venden su alma al diablo por una palmadita y un poco de fama. El poder les deja crecer y una vez endiosados( dioses menores de paja) y ensimismados, hacen y repiten lo que les mandan sus amos. Después cuando ya les han sacado todo su jugo, vuelven a nuestra tierra, para que la panda de cabezas huecas de turno, les haga la ola a su paso. Es triste, pero cierto.